“Nota de suicidio: manual de instrucciones” es un conjunto de ocho relatos vinculados por un hilo conductor común que bien puede leerse como una novela. Son relatos escritos en primera persona, otros en tercera o incluso en segunda: por la propia protagonista,  por su hija, por sus compañeras de trabajo, por un vecino policía que ejerce como testigo. Son relatos que penetran en temas como el suicidio, la violencia doméstica, la vejez o la eutanasia.

“Nota de suicidio: manual de instrucciones” es un alegato contra la soledad que padece como una enfermedad incurable la protagonista anónima de estos relatos. Una protagonista que es mujer de la limpieza y que ha trabajado en casas particulares, en hospitales y en moteles, que le ha practicado la autopsia a casas de personas recién fallecidas, que ha ayudado a suicidas frustrados, que ha cuidado de enfermos desahuciados, que ha acompañado el abandono de ancianos aquejados de afasia que ya no  pueden expresarse. Una mujer que, pese a carecer de estudios, no es solo una lectora compulsiva, sino que también sabe expresar por escrito, con mordacidad y un humor ácido y corrosivo, los contradictorios sentimientos generados por el desamparo que sufre.

Una mujer, en definitiva, aquejada de una soledad irresoluble que su única hija no sabe o no quiere curar. Y, como único remedio, guarda en un cajón un frasco con pastillas, un frasco con pastillas para una tarde de lluvia que, en el fondo, no desea usar nunca.